Un día alguien tuvo un sueño. Soñó llevar la escuela a aquellas niñas y niños más desfavorecidos, aquellas y aquellos más alejados de la sociedad. Aquellos y aquellas, invisibles a un mundo que crecía, en ocasiones, ajeno a su realidad más cercana. Este sueño era una constante en la vida de Soledad. Dicen que lo que se sueña, si se ve como una realidad, se cumple, y así fue. En el camino de Soledad apareció Francisco Blanco, Pachico para muchos, y entre ambos construyeron este sueño. Buscaron hasta llegar primero a Baza, donde levantaron el primer colegio, y después a Granada, donde surgió nuestro colegio, en un enclave, me atrevería a decir, único, donde conviven distintas tradiciones, culturas, religiones… con un nivel socioeconómico bajo.
Nuestro colegio se encuentra en el Albaycín lindando con Haza Grande, barrio obrero que se construyó en 1952 para albergar a familias humildes procedentes de zonas más desfavorecidas de Granada y provincia. La población de Haza Grande la componen, en su mayoría, trabajadores de la construcción, obreros sin cualificar, etc. con bajo estatus económico. A pesar del reducido número de habitantes, las problemáticas sociales son muy grandes: delincuencia, tráfico de drogas, familias multiproblemáticas. De este barrio procede gran parte de nuestro alumnado, además del propio Albaycín y de la zona metropolitana de Granada.
Aquí empieza la tarea de la inclusión de mi colegio, el colegio Divino Maestro, un colegio católico y abierto a la realidad que le rodea, dialogante con todas las religiones y en cuyas aulas, nuestros alumnos aprenden que todo suma y que todos tienen cabida porque es en la diversidad donde el proceso de enseñanza-aprendizaje se hace más evidente.
Nuestro claustro, muy comprometido, entiende que la educación solo es real, efectiva e innovadora si partimos de que cada alumno y alumna son únicos y especiales, y por ello, partimos de una confianza plena en sus posibilidades y en sus inteligencias.
Somos un centro de línea 1, con dos aulas específicas y un alto porcentaje de alumnado B (NEAE). Este es nuestro reto día a día y podemos asegurar que es esto lo que nos anima de manera continua a buscar estrategias, programas, proyectos con los que conseguir que nuestros alumnos y alumnas lleguen, no solo a ser personas de futuro, sino chicos y chicas con presente y con un proyecto de vida.
Entre los programas que llevamos a cabo distinguimos:
MIS PEQUEÑAS INTELIGENCIAS, diseñado para E. Infantil. En él, una vez a la semana, los alumnos trabajan, a través de los rincones de talleres, de manera lúdica, tres áreas, que el equipo docente ha decidido potenciar de manera más significativa: el área musical, la cinestésica y la lógica-matemática. Estos talleres se hilan con el proyecto que los alumnos y alumnas trabajan trimestralmente.
DEL AULA A LA VIDA para alumnos de aulas específicas que presentan, entre otras dificultades, la de ser poco o nada autónomos socialmente. Se observa como necesidad urgente y prioritaria el entrenamiento en la autonomía social, que posibilite el aprendizaje de ciertas habilidades útiles, sin duda alguna, para su integración y desarrollo social. Ayudarles a aumentar la autonomía personal y social es nuestro objetivo, sin olvidar el aprendizaje de las técnicas instrumentales, hábitos saludables y conductas lo más adaptadas posibles.
AMPLIAMOS, para alumnos cuya capacidad intelectual sobresale. A través de este programa, el alumnado de los diferentes cursos de Educación Primaria, una vez a la semana, trabajan juntos un proyecto a lo largo de un trimestre con un producto final. Ellos mismos presentan al resto de sus compañeros el trabajo realizado y les hacen participes a través de prácticas. De esta manera todo el alumnado participa, de una u otra forma, en el programa.
NATURALEZA Y DEPORTE surge como respuesta a alumnos en riesgo de fracaso escolar y con poca motivación para el estudio, aprovechando la proximidad del entorno natural que tenemos junto al colegio, el Cerro de San Miguel. Persigue dos objetivos:
el primero, facilitar el aprendizaje por descubrimiento activo en la naturaleza usando metodologías cooperativas y las inteligencias múltiples; cada profesor elabora una ficha con los
objetivos, contenidos y metodología concreta para cada actividad. Esta actividad va dirigida a los alumnos y alumnas de Educación Primaria y ESO;
el segundo es la iniciación al trail, donde los alumnos de ESO salen durante una hora semanal a correr por los senderos próximos para adquirir hábitos saludables.
Por último, el proyecto tiene un objetivo social, a modo de producto final que beneficia a todo el barrio: la recuperación de la señalización de los senderos del Cerro de San Miguel y Dehesas del Sacromonte, en coordinación con diversas instituciones y asociaciones.
Las evidencias que nuestro trabajo nos está dando nos hace confiar en que otra escuela es posible. Una escuela de puertas abiertas, en la que el colegio salga del propio colegio, y el barrio y las familias entren en él. A lo largo del camino recorrido, reconocemos que los miedos, las flaquezas, las dudas han existido y existen, pero si arriesgamos, si exploramos otros caminos, otras metodologías, otros espacios, otros materiales, los alumnos serán el verdadero centro de la educación, como decían nuestros fundadores. Cada mirada de nuestros niños/as merece nuestra apuesta, merece nuestro esfuerzo.
El Colegio Divino Maestro seguirá estando ahí, a pesar de los tiempos. Son 75 años los que celebramos ahora. 75 años desde que nació la Congregación de Misioneras del Divino Maestro. Ellas han sido las primeras impulsoras y defensoras de una nueva escuela, en la que los más desfavorecidos tengan las mismas posibilidades que cualquier niño o niña, independientemente del lugar y familia en la que haya nacido. Por ello seguiremos ahí, sabiendo que la mejor educación es la que se realiza desde el Evangelio, desde los valores que de él emanan y que en nuestro día a día mostramos y enseñamos para alcanzar una verdadera educación integral.
YOLANDA LÓPEZ SÁNCHEZ
Directora Titular
Colegio Divino Maestro (Granada)