iempre estamos buscando modelos que nos iluminen el camino y que nos ayuden en la toma de decisiones a la hora de planificar, actuar y, de este modo, alcanzar nuestras finalidades educativas. Aunque el contexto actual, lleno de incertidumbres y dudas, ha puesto “patas arriba” el mundo conocido hasta ahora, a la vez nos está haciendo reaprender grandes principios, que en otros momentos incluso pudimos llegar a dejar algo relegados por tantas urgencias.
La realidad no nos lo está poniendo nada fácil: con la implantación de una nueva ley educativa en ciernes, sin medidas administrativas adecuadas y equitativas, sin suficiente capacitación docente o material pedagógico, sin recursos tecnológicos apropiados… Ahora, más que nunca, en medio de este contexto que nos está haciendo replantearnos todo (sistema, estructuras, herramientas, espacios, tiempos…), queremos renovar nuestra fe en la capacidad de cambio y crecimiento de nuestros centros para seguir ofreciendo una educación que responda a la nueva realidad y a las necesidades de las personas, sin permitir que nadie se quede fuera. De ahí la importancia de que reflexionemos colectivamente sobre el propósito y sentido de nuestra labor educativa, sin caer en recetas superficiales.
Lo que sin duda se está propagando como un “virus” es el esfuerzo y la implicación de toda la comunidad educativa para seguir ofreciendo una educación integral que cuida a todas y cada una de las personas. Esa comunidad que, teniendo las mismas dificultades y sin escatimar esfuerzos, se está reinventando con creatividad para seguir adelante en la misión educativa y evangelizadora que les impulsa, introduciendo procesos pedagógicos rigurosos y contextualizados para lograrla, con los tiempos y recursos disponibles.
De este modo, quisimos conocer de primera mano las realidades e iniciativas desarrolladas en nuestros centros e instituciones para enfocar los retos de forma diferente y poder abordarlos con éxito. En este monográfico especial de Educadores hemos querido visibilizar una pequeña muestra de vuestro trabajo, aunque sois muchos más los que estáis desarrollando un papel activo en la construcción del futuro desde cada proyecto de vida que se teje dentro de cada alumno. A todos os queremos rendir un sincero homenaje y reconocer la encomiable labor que estáis realizando en un momento tan complicado y con tantos retos emergentes.
Tras la lectura, nos queda claro que existe un futuro para la educación en esta “crisis” (llena de peligros, pero también de grandes oportunidades) y que contamos con muchas evidencias de innovación que nos permiten pasar de lo que funciona a lo que funciona mejor, entre otras:
El refuerzo del liderazgo distribuido y transformador, capaz de tomar decisiones y resolver los retos en contextos volátiles, donde la identidad del centro y la capacidad profesional docente sean ejes de la innovación.
La personalización del aprendizaje, el uso de metodologías activas, la organización de las materias en ámbitos, la estimulación temprana y el replanteamiento de la evaluación hacia un modelo más competencial, poniendo especial atención en los alumnos
El aumento de la confianza y la autonomía de los alumnos para gestionar su propio aprendizaje, y el impulso del rol del profesor como mentor y guía del profesor.
La educación emocional, el acompañamiento espiritual, la creación de entornos seguros y que generen bienestar, y la búsqueda de un futuro más sostenible, equitativo y fraterno para toda la comunidad.
La importancia de seguir trabajando la Pedagogía de la cercanía, del encuentro y la participación de todos los miembros de la comunidad educativa.
El trabajo en red de los docentes para compartir ideas, herramientas, recursos e inquietudes, y construir prácticas eficaces y colectivas.
La tremenda transformación digital al servicio del aprendizaje y la formación en línea, donde poco a poco la tecnología pasa a ser “transparente” porque deja de ser el foco para ser una herramienta más. (La revista Educadores también se va a digitalizar. A partir del próximo número, la vais a poder disfrutar en papel y en digital a tan solo un clic de distancia.)
Queremos seguir escuchando la voz fuerte y clara de nuestras comunidades educativas, visibilizando y haciendo red, aún más en estos tiempos que, aunque nos siguen poniendo a prueba, la Esperanza renace.
IRENE ARRIMADAS
@iarrimadas