Nos sumergimos en este nuevo monográfico de Educadores con el que queremos reafirmar la importancia de la participación como punto de partida esencial para el desarrollo de las personas. En el contexto educativo, esta premisa cobra un significado aún más profundo, ya que impulsa a involucrar a alumnos, familias y profesores como primer paso para el crecimiento individual y colectivo. De la mano de los expertos que han realizado los artículos, firmas y experiencias, queremos ofrecer reflexiones e instrumentos que ayuden a construir auténticas comunidades educativas donde el compromiso mutuo genere “alianzas que cuidan” para superar los desafíos a través de la comunicación abierta y la confianza mutua. Recordemos siempre que «juntos educamos mejor», y que nuestras acciones y colaboraciones pueden tener un impacto duradero en la vida de nuestros estudiantes y en el futuro de la sociedad.
Pero sería un contrasentido ignorar que a veces esta participación tiene sus recelos y desconfianzas. La época actual presenta un nivel de exigencias a la educación familiar y escolar que reclama la preparación y formación de un nuevo estilo educador donde familias y claustros estamos llamados a responder a esta tarea común, cada uno desde nuestro ámbito de conocimiento y experiencia, para atender a las necesidades afectivas, cognitivas, sociales y trascendentales de los alumnos. En este contexto, nos vemos sumergidos en un mar de contrastes, y nos preguntamos cómo seguir respondiendo a dichas necesidades. Por ello, tenemos que generar espacios y horizontes donde todos pongamos de nuestra parte para conseguir una colaboración más estrecha, aprovechando los canales de participación que ya funcionan, y buscando a la vez innovadoras maneras de comunicarnos y participar.
La verdadera participación requiere tiempo dedicado a escuchar, dialogar y reflexionar. Este tiempo no es un lujo, sino un requisito fundamental para construir relaciones significativas y comprender las necesidades y preocupaciones de todos los miembros de la comunidad educativa. A través del diálogo abierto y la reflexión compartida, podemos fortalecer los lazos de confianza y colaboración que son esenciales para el éxito educativo. Y, además, como la participación auténtica va más allá de las meras palabras, se trataría de convertir el compromiso en acción. Esto implica establecer medidas concretas y trabajar juntos para encontrar soluciones efectivas.
En este camino debemos establecer mecanismos y estructuras que favorezcan el compromiso y la participación de manera sistemática, sostenida y enfocada en la construcción proactiva de una educación inclusiva y transformadora. La creación de alianzas efectivas requiere un enfoque colaborativo y estratégico que involucre a todos los actores, desde alumnos y familias hasta profesores y administradores escolares. La participación efectiva no solo implica estar presentes en los procesos educativos, sino también tener voz en las decisiones que nos afectan. Esto requiere la implementación de modelos de toma de decisiones estratégicas que permitan la representación equitativa de los miembros de la comunidad educativa, la puesta en acción de estrategias como la formación en habilidades de comunicación y resolución de conflictos, la creación de grupos de trabajo colaborativo y la promoción de una cultura de apertura y transparencia. Crear comunidades de aprendizaje, organizar círculos de escucha, generar espacios seguros e inclusivos que garanticen los mismos derechos y oportunidades para todos… son experiencias que nos acercan un poco más a nuestra visión compartida de una educación transformadora y trascendente.
Aún nos queda mucho camino que recorrer para alcanzar esta participación real y auténtica basada en el compromiso de todos los miembros de las comunidades educativas, aunque nos vamos aproximando al establecer mecanismos y estructuras que fomenten que cada persona se sienta valorada, escuchada y empoderada en su proceso educativo. Juntos podemos construir un futuro donde la educación sea verdaderamente un motor de cambio y esperanza para todos.
IRENE ARRIMADAS
@iarrimadas
[1]Gracias, Rafa Molina, por tu guiño a Descartes..
