La violencia contra las mujeres en el noviazgo se manifiesta de igual forma que en las relaciones adultas. Sin embargo, tiene ciertas características propias del período de la adolescencia. La falta de experiencia o la idealización del amor pueden contribuir a pasar por alto detalles o situaciones de alerta que, poco a poco, van sentando las bases de una relación violenta.
Desde 2020 la Fundación de Religiosos para la Salud (FRS) está trabajando mano a mano con el Ministerio de la Mujer (MinMujer) de Paraguay ejecutando un proyecto financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), cuyo nombre es “Promovida una conciencia social e institucional contra la violencia basada en género en cinco municipios del Departamento de Itapúa, Paraguay”. El proyecto contempla varios ejes de intervención, entre ellos, las diferentes campañas de concienciación social en espacios públicos, en redes sociales y en centros educativos. En este último espacio es donde se llevan a cabo los talleres de la campaña de sensibilización “Noviazgo sin Violencia”, dirigida a adolescentes de entre 14 y 18 años, que lleva a cabo el MinMujer para concienciar a jóvenes y adolescentes sobre la violencia de género.
En este sentido, uno de los objetivos de la campaña, al igual que el proyecto, es que jóvenes, adolescentes y docentes puedan detectar situaciones de violencia de género en el noviazgo y aprender a abordar el problema. En este sentido, la campaña pretende dotar a los y las docentes de herramientas e instrumentos para identificar y abordar con adolescentes situaciones de violencia en el noviazgo y orientarlos en cómo actuar. Por otro lado, persigue llegar a adolescentes y jóvenes con mensajes claros de cómo enfrentarse a una posible relación de violencia, a dónde recurrir y de qué manera las personas adultas pueden apoyarlos. En definitiva, detectar y reconocer situaciones de violencia en la pareja, para que puedan ser contrarrestadas y prevenidas.
Algunos de los ejes temáticos trabajados son: adolescencia y noviazgo, género y violencia de género. En el primero, se tratan las características del noviazgo en la adolescencia; las formas de relación y comunicación en la adolescencia o entre pares; los intereses, expectativas y proyectos de vida; los vínculos intergeneracionales; sexualidad; el mundo virtual, las redes sociales y sus nuevas formas de vínculo y relacionamiento; roles y estereotipos de género en el noviazgo; o nuevas formas de nombrar las relaciones de enamoramiento y sus etapas. En el eje de género se abordan aspectos como los roles y estereotipos de género, masculinidades; creencias y normas sociales; discriminación; etc. Por último, el eje violencia de género versa sobre el círculo de la violencia y la normalización de la misma; las nuevas formas de violencia (mundo virtual); herramientas para prevenir la violencia de género; formas de violencia en el noviazgo y etapas; el amor y la violencia; noviazgos sanos, vínculos sanos, relaciones sanas.
Los talleres se desarrollan en base a una dinámica participativa y un lenguaje coloquial con la jerga actual, donde los y las estudiantes deben describir cómo son los hombres y las mujeres según sus percepciones y la representación de relaciones sanas y relaciones tóxicas. Adolescentes y jóvenes analizan el contenido de mensajes que comparten vía WhatsApp, Facebook e Instagram; reflexionan sobre el contenido de músicas, memes y dichos populares que forman parte de su vida cotidiana y que manifiestan situaciones de violencia en las relaciones de pareja.
Uno de los elementos clave de la campaña es el abordaje de la violencia virtual. Las redes sociales tienen una fuerte influencia en las relaciones de noviazgo en adolescentes. El mundo virtual es donde manifiestan sus alegrías, sus preocupaciones, frustraciones y penas, por lo que no es de extrañar que empiecen y terminen una relación a través del teléfono. La campaña centra su mensaje en identificar y denunciar, especialmente las relaciones a los mensajes que indican maltrato por parte de la pareja, porque la violencia virtual también es real.
El equipo de FRS y el equipo del MinMujer han desarrollado un total de ocho talleres, en 18 colegios de los cinco distritos de intervención —Encarnación, Cambyretá, Obligado, Coronel Bogado y San Pedro del Paraná—, y ha alcanzado a 1.182 estudiantes: 544 varones y 638 mujeres.
Todos estos talleres y experiencias han puesto de manifiesto, una vez más, la necesidad de continuar trabajando en el ámbito de la violencia en las relaciones de pareja y en las familias, seguir haciéndola visible y que permanezca en las agendas de todos los actores públicos, educativos y sociales. Continuar en esta misma línea es nuestro reto, para promover pautas culturales respetuosas, de igualdad entre los géneros y libre de violencia en las relaciones de noviazgo de adolescentes y jóvenes, creando espacios para el intercambio de ideas, donde adolescentes y jóvenes son protagonistas para contribuir a su empoderamiento como agentes de cambio.
SANDRA GALLEGO
Fundación de Religiosos para la Salud (FRS)