a incertidumbre no es nueva. En María de Nazaret encontramos un modelo para afrontarla y gestionarla. Os propongo recorrer algunos de los momentos del Nuevo Testamento en los que María aparece con un papel relevante. De cada momento sacaré una clave. Lanzo algunas preguntas para vuestra reflexión, y propuestas de trabajo por parte del papa Francisco sobre cada clave.
Una pastoral de PALABRAS ESPERANZADORAS porque las palabras crean realidad
(ANUNCIACIÓN – Lc 1,26-38)
En la Anunciación, las palabras son fundamentales: “Alégrate”, le dice el ángel a María. A lo que ella responde “Hágase”, creando una nueva realidad: la Encarnación.
¿Qué palabras habitan en ti? ¿Desde qué palabras educas? ¿Qué palabras necesitan tus destinatarios en un momento como este?
Francisco, en la Evangelii gaudium, nos invita a usar “palabras que hagan arder los corazones” (142) y nos reta a usar el lenguaje positivo como recurso pedagógico: “Usad el lenguaje positivo. Y si se indica algo negativo, intentad mostrar un valor positivo… para no quedarse en la queja, el lamento, la crítica” (159). En estos tiempos inciertos, el lenguaje es clave para crear realidades esperanzadoras.
Una pastoral que contagia el virus de la ALEGRÍA Y LA SONRISA
(VISITACIÓN – Lc 1,39-56)
María transmite alegría, rebosa entusiasmo. Esta fórmula es infalible para educar evangelizando y evangelizar educando.
¿Desde qué emoción educas y evangelizas? ¿Qué vas sembrando cuando te mueves por los pasillos y entre los pupitres de las aulas en el cole? ¿Y cuándo visitas los corazones de tus destinatarios?
En la Laudato si’, el papa nos dice: “La gente ya no parece creer en un futuro feliz” (21), quizá porque faltan evangelizadores rebosantes y transmisores de alegría. En la Evangelii gaudium apostilla: no a los profetas de calamidades (cf. 84), ojo con los pesimistas quejosos, desencajados y con cara de vinagre (cf. 84), no tengáis cara de funeral; hay educadores que viven en una Cuaresma sin Pascua (cf. 6).
Una pastoral que vive la INCERTIDUMBRE desde una clara CERTEZA: Jesús es el centro
(NACIMIENTO – Mt 1,18-25)
María da a luz a Jesús y Él se convierte en el centro de todo. Cuando Jesús no es el centro y desviamos la mirada hacia otro foco, lo que hacemos puede que no sea pastoral, sino “pastoricia”. Hemos de reconectar con lo esencial.
¿Ocupa Jesús de Nazaret el centro de la pastoral de tu colegio? ¿Cómo das a conocer a Jesús en el lugar donde trabajas?
El Papa nos invita en la Evangelii gaudium a poner a Jesús en el centro de todo y nos da un criterio muy claro: apostar por la creatividad para no encerrarlo en nuestros esquemas aburridos, porque Él es siempre joven y fuente constante de novedad (cf. 11).
Una pastoral que “visibiliza” a los INVISIBLES acercándose a sus templos
(JESÚS EN EL TEMPLO – Lc 2,41-52)
Jesús se “pierde” (y se hace “invisible” para sus padres) en el templo. María y José, desde sus mentalidades, lo buscan en otros “templos” significativos para ellos, pero no relevantes para Jesús “adolescente”.
¿En qué templos se “pierden” tus alumnos?
¿Cuántos son “invisibles” para ti? ¿Cómo podemos conectar desde sus “templos” para hacerlos “visibles”?
Francisco nos recuerda en la Christus vivit que “en nuestras instituciones necesitamos ofrecer a los jóvenes lugares, templos, propios” (218), y nos señala algunos, sabiendo que todos estos “templos” no son más que meros medios para encontrarnos con ellos y poder escucharlos: experiencias de compromiso (cf. 225), teatro, pintura, música (cf. 226), deporte (cf. 227), actividades en torno al medioambiente: caminatas, expediciones… (cf. 228).
Una pastoral que apuesta por el CUIDADO PERSONAL PARA CUIDAR A LOS DEMÁS
(MARÍA MEDITABA Y GUARDABA TODO EN SU CORAZÓN – Lc 2,19)
María busca momentos de tranquilidad para “meditar” y “guardar” en su corazón. De esa manera, consigue cuidarse y conectar con ella misma. Ha de cuidarse para poder cuidar a los demás.
¿Cuánto tiempo hace que no te paras a ver cómo estás por dentro? ¿Qué tiempo dedicas a cultivar tu interioridad, a cuidarte personalmente?
En la Christus vivit, Francisco nos dice: “Muchos jóvenes son capaces de aprender a gustar del silencio y de la intimidad (…)” (221). En la Fratelli tutti nos sigue advirtiendo de lo que ocurre cuando desaparece el silencio de nuestras vidas: “Al desaparecer el silencio y la escucha, se convierte todo en tecleos y mensajes rápidos y ansiosos” (49). Si no nos cuidamos a nosotros mismos, difícilmente podemos cuidar a los demás.
Una pastoral que fomenta EXPERIENCIAS DE FE con el Dios que salva
(MAGNÍFICAT – Lc 2,46-55)
Es irrenunciable guiar a nuestros destinatarios a que se encuentren y hagan experiencia del Dios que los acompaña, como hace María en el Magníficat: “Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador”. Hemos de proporcionar experiencias sistemáticas de encuentro con el Resucitado.
¿Cuál es tu experiencia de fe? ¿Ofrecemos momentos experienciales de encuentro con Cristo resucitado a nuestros jóvenes?
El Papa, en la Christus vivit, nos indica que “la escuela necesita una urgente autocrítica si vemos los resultados que deja la pastoral de muchas de ellas; una pastoral concentrada en la instrucción religiosa que a menudo es incapaz de provocar experiencias de fe perdurables” (221).
Una pastoral que CUIDA A LOS QUE CUIDAN
(BODAS DE CANÁ -Jn 2,1-11)
El vino es señal de buen ambiente, de buen clima. También puede faltar el “vino” en nuestros claustros porque el ambiente no sea el deseado, porque haya algunas personas que no se sientan integradas, escuchadas, queridas… Hemos de buscar espacios para cuidarnos con “vino bueno”, como el de Caná.
¿Cómo está el “vino” en tu claustro? ¿Qué estrategias podemos usar para cuidarnos mutuamente?
El Papa, en la Fratelli tutti, nos deja algunas estrategias para cuidarnos y llenar “los vasos de buen vino” a fin de generar conexiones fuertes e interdependencia: “Acercarse, expresarse, escucharse, mirarse, conocerse, tratar de comprenderse, buscar puntos de contacto, todo eso se resume en el verbo ‘dialogar’. Para encontrarnos y ayudarnos mutuamente necesitamos dialogar” (198). ¿Cómo podemos poner en práctica estos elementos?
En la Laudato si’ nos recuerda la importancia de sentirnos comunidad donde todos nos cuidemos y ayudemos: “… Se necesita una comunidad que nos sostenga, que nos ayude y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia delante” (8).
Una pastoral que cuida la FRAGILIDAD Y VULNERABILIDAD de las personas
(MARÍA EN EL VIACRUCIS, DE PIE JUNTO A LA CRUZ – Jn 19,25)
María aparece frágil y vulnerable en la pasión y muerte de su Hijo.
¿Cómo acompañamos en la fragilidad? En estos momentos saltan las grandes preguntas vitales: ¿qué sentido estamos dando a esta pandemia que está segando tantas y tantas vidas?
El Papa, en la Evangelii gaudium, nos habla de una pastoral que cuide la fragilidad: “Es indispensable (…) estar cerca de nuevas formas de fragilidad (…) donde estamos llamados a reconocer a Cristo sufriente” (209).
Una pastoral que potencia una ACTITUD Y “EN SALIDA”
(RESURRECCIÓN -Jn 11,25)
María deja claro que, tras la noche oscura de la fe, viene el alba de la resurrección y eso conlleva una actitud nueva y esperanzadora, una actitud “en salida” (cf. Christus vivit 222).
¿Desde qué actitud educas y evangelizas? ¿Perteneces al equipo de los “resucitados en salida”?
¿Qué características tienen las personas con esa actitud “en salida”? En la Christus vivit, Francisco nos nombra unas cuantas: vivas (cf. 1), entusiastas y alegres (cf. 37), hacen lío (cf. 143), salen a volar (cf. 143), arriesgadas (cf. 15), comprometidas (cf. 181), sueñan cosas grandes (cf. 15), se comen el mundo (cf. 15).
Una pastoral que ACOMPAÑA EN LA INCERTIDUMBRE
(PRESENCIA CONTINUA DE MARÍA: HACER CRECER EN ESTATURA Y SABIDURÍA)
“Jesús crecía en estatura y sabiduría” (Lc 2,52). María es la persona que acompaña de distintas formas con un claro objetivo: que los demás crezcan en “sabiduría” y “estatura personal”.
¿Dedicas tiempo al acompañamiento de los jóvenes? ¿Te dejas acompañar?
Los jóvenes buscan acompañantes, y Francisco nos recuerda sus cualidades en la Christus vivit: “Que comprenda sin juzgar; que sepa escuchar activamente las necesidades de los jóvenes y pueda responderles con gentileza; que sea muy bondadoso, y consciente de sí mismo…” (246)
DIEGO CUEVAS GÁMEZ
Gerente de Acompañamiento Estratégico y
Relaciones Institucionales de SM