Teniendo como objetivo esas miradas y sonrisas, la provincia Marista Compostela apostó por la elaboración de una “Política institucional”, en cuya portada figura la significativa frase “Velamos por la seguridad de los niños y niñas”, que abarca la protección de nuestro alumnado ante situaciones de cualquier tipo de maltrato (psicológico, físico o sexual), trato negligente o explotación infantil, centrándonos en el desarrollo pleno de su persona, a fin de que sean capaces de decidir en libertad por sí mismos y, al mismo tiempo, generando un clima de cercanía y confianza que facilite situaciones de empatía y ayuda hacia los demás.
Tal y como sostenía, en los inicios de este proyecto en 2014, el que fuera H. Provincial Óscar Martín Vicario, “los Maristas de Compostela nos sentimos herederos y partícipes de este mismo afán y compromiso. Y queremos ser defensores, valedores, promotores de los niños/as y de sus derechos. Nuestra apuesta por la educación y la evangelización está teñida de respeto y cariño, y de unas relaciones honestas, sencillas y familiares que ponen al niño/a y al joven como centro, como valor principal, y como protagonista de nuestra tarea y de nuestra misión.”
Crear entornos seguros y centrados en el cuidado de los niños, niñas y adolescentes, no resulta una labor sencilla, pero, desde la Institución Marista, apostamos por afrontar este reto con ilusión, esfuerzo y mucho cariño. Para ello tratamos de incardinar los derechos a la infancia como un pilar fundamental en el que se sustenta la educación, es nuestra prioridad que los niños, niñas y adolescentes conozcan, identifiquen y respeten los distintos derechos, tanto propios como del prójimo. Todos se encuentran fusionados y directamente relacionados, de esta forma instauramos en nuestros alumnos y alumnas unos valores muy sólidos desde la niñez, que les aportarán seguridad sobre su persona, que perdurarán en su etapa adulta, de tal forma que no dudarán en aportar lo mejor de sí mismos para crear un mundo mejor. Varios de nuestros colegios maristas han recibido la confianza de la institución UNICEF, que han materializado a través del “Reconocimiento de Derechos de la Infancia”, y el resto de centros siguen trabajando con la misma motivación y rigor para conseguirlo, lo cual resulta de gran ayuda para seguir mejorando y avanzando en crear entornos protectores y respetuosos para con nuestros alumnos y alumnas, nuestra razón de ser, nuestra… semilla.
Cada niño/a que llega a uno de nuestros colegios, es la semilla que vamos a preparar, para una transformación desde su llegada, crecimiento, desarrollo y floración. Todos los contextos están orientados para que permitan el objetivo final, la floración de cada una de nuestras semillas y que así puedan dar lo más bonito de su ser.
Por eso, es fundamental saber detectar cuándo las condiciones son idóneas o adecuadas para que los niños, niñas y adolescentes se desarrollen, en entornos sanos y seguros. Para ello, disponemos de distintos protocolos de prevención y detección ante cualquier situación de maltrato o negligencia infantil y adolescente, y, en su caso, los correspondientes protocolos de actuación.
Cada gota de agua cuenta para hacer florecer la seguridad y la protección en los contextos en los que se encuentran nuestros alumnos/as.
Comenzamos por la creación de una Política Institucional donde queda recogida nuestra postura ante cualquier tipo de maltrato infantil y adolescente y la formas de proceder ante estas situaciones, incardinados en el Proyecto Contigo.
Una vez que se ha sembrado la semilla y se riega, además de otros factores no menos importantes, precisa de oxígeno. Claro que el Proyecto Contigo dispone de formaciones, protocolos de prevención, detección y actuación, pero desde la Institución Marista tenemos el compromiso de crear una atmósfera protectora, que esté supervisada, y para ello contamos con personal especialmente formado en esta materia sobre protección a la infancia y adolescencia, que realizan auditorías que supervisan que “el oxígeno” que reciben nuestras semillas, sea de calidad.
Otro de los elementos necesarios es el calor del sol, que desprenda sensibilidad ante este tema. Pero… ¿Cómo lo conseguimos? Establecimos el compromiso de que los monitores de comedor, personal de administración y servicio, cocineros/as, monitores deportivos, nuevos educadores, alumnos/as en prácticas… en definitiva, cualquier persona que entre en contacto con nuestros alumnos/as, reciba una formación inicial que le ayude a comprender el proyecto que estamos desarrollando, basado en la prevención, detección y actuación, explicando los protocolos a seguir si observan algún indicio de violencia, las personas a las que deben dirigirse, así como las pautas a seguir.
El claustro de profesores recibe anualmente formaciones específicas, tanto por parte de instituciones externas, como formaciones elaboradas por el Equipo Provincial de Protección a la Infancia y Adolescencia de la provincia Maristas Compostela.
Por su parte, las familias o tutores/as legales también conocen el trabajo realizado con sus hijos/as en esta materia, así como los protocolos establecidos. La formación e información hacia las familias, nos brinda la posibilidad de crear espacios de protección más allá del entorno educativo, lo cual materializamos a través de la celebración de Escuelas de padres, webinars, charlas… Les ayudamos a comprender la importancia de estas formaciones y que el diálogo con sus hijos/as resulte tan trascendental como el hecho de no juzgar sus palabras.
La tierra sirve de protección de la semilla y la dota de los nutrientes y minerales necesarios para su correcto desarrollo y sirve de canalización del agua que previamente hemos regado. Nuestros alumnos/as reciben dos sesiones anuales de tutoría para trabajar principalmente dos objetivos: decir NO ante cualquier situación de abuso y, en el supuesto de que ya estuviera sufriendo o hubiera vivido una situación de este tipo, pedir ayuda a una persona de confianza. Contamos con unos “Cont-sejos”, que son unas breves pautas protectoras para que los niños, niñas y adolescentes sepan reaccionar ante diversas situaciones, como por ejemplo: “Tu cuerpo es tuyo”, “Di NO”, “Pide ayuda”… Simultáneamente, trabajamos cuáles son las personas de confianza a las que podemos recurrir según el caso y a discriminar los secretos buenos de los secretos que no debemos guardar bajo ningún pretexto.
Todos nuestros centros disponen de la figura de un Enlace de Protección, encargado de velar para que el Proyecto Contigo se desarrolle en los centros, llevando a cabo distintas formaciones relacionadas con la protección a la infancia-Adolescencia y asesoramiento en los distintos casos que puedan surgir. El Enlace de Protección desempeña su función en relación directa con el Equipo Provincial de Protección a la Infancia y Adolescencia de la Provincia Marista Compostela y, junto a los integrantes de la dirección de su correspondiente centro, recibe una formación anual específica y actualizada a las necesidades que van surgiendo.
Tenemos un logo con el que identificamos este proyecto, que nos permite que toda la comunidad educativa identifique su significado. Se trata de un proyecto que goza del firme compromiso de la Institución Marista y, por ello, contamos con carteles expuestos en cada aula, en los que pueden identificar este logo y el mail contigo@maristascompostela.org, a través del que cualquier persona, ya sea interna o ajena al centro, puede contactar con el Equipo Provincial de Protección a la Infancia y Adolescencia, una herramienta de comunicación accesible si se precisa asesoramiento, ayuda o comunicar la sospecha de cualquier situación que afecte a la protección de los Derechos de la Infancia.
Cada año celebramos el Día de los Derechos de la Infancia, y la llamada Semana Contigo, que tiene lugar en fechas próximas a la celebración del día 25 de abril, en contra del maltrato infantil, que aprovechamos para enfatizar la razón de ser de este equipo, la importancia del bienestar de nuestros alumnos/as y de las estrategias y recursos que tienen a su alcance, lo que se refuerza mediante sesiones de tutoría.
Valoramos muy positivamente las relaciones y alianzas entre distintas instituciones y asociaciones con las que compartimos nuestro camino, con las que aprendemos y crecemos de la mano. Consideramos que esta tarea tan bonita de cuidar y proteger a nuestros niños, niñas y adolescentes no tendría cabida realizarla en solitario, por eso, cuentan con nuestro agradecimiento por su inagotable dedicación, entre otras, las siguientes instituciones: REA (Asociación Castellano Leonesa para la Defensa de la Infancia y Juventud), ASACI (Asociación Asturiana para la Atención y Cuidado de la Infancia), AMINO (Asociación Abuso y Maltrato Infantil NO), FAPMI (Federación de Asociaciones para la prevención del Maltrato Infantil), Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) y UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), entre otras.
San Marcelino Champagnat fue pionero de la presencia y el gusto por cuidar a los niños/as, atender a sus necesidades y creer en sus palabras. Los niños, niñas y adolescentes son el centro de nuestra Misión Educativa Marista, que nos hace focalizar nuestra atención en aquellos cuyas necesidades son mayores, los que están más desprotegidos o los pasan por momentos difíciles.
Apostamos firmemente por una de sus premisas más representativas, “para educar bien a un niño hay que amarlo”, a través de caricias que llenen de paz su mirada y palabras que le hagan sacar la mejor de sus sonrisas… siempre CONTIGO…
SUSANA VARAS PÉREZ
Miembro del Equipo Provincial de Protección a la infancia y Adolescencia de Maristas Compostela
Maestra de Infantil del Colegio Marista Champagnat de Salamanca